CUANDO UNO NO LO ESPERA.

Como seres humanos tendemos a ser un imán para los problemas, claro no todos si no unos cuantos, y es cuando podemos estar disfrutando mas nuestro momento en donde inesperadamente algo sucede, como hace unos días que había salido a andar en bicicleta, era un día como ningún otro pues había recorrido más de lo que generalmente hacia. Por un descuido se cayo un pequeño juguete que había colgado en el timón de la bicicleta y al pararme a recogerlo la bicicleta en la que iba se cayó, y quebró uno de los cachos que por estética tenia puestos. Pensé sería un hecho singular pero no fue así tres kilómetros de recorrido me hicieron cambiar de parecer, la llanta trasera se pincho por un tornillo que prácticamente la dejo completamente inutilizable, y tuve que caminar hasta la casa lo cual fue aproximadamente hora y media y lo único bueno fue que que paso cuando ya iba de regreso a la casa. Justo al día siguiente tome la bicicleta con rumbo al taller de reparaciones y cuando tome la bicicleta me di cuenta que la llanta delantera tampoco tenia aire, en el taller me mostraron que una llanta estaba perforada y la otra se había explotado el neumático y no tuve de otra mas que cambiarlos.